El equipo de Gregoire Courtine, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, lo ha vuelto a hacer. Ha logrado que dos personas con lesión medular parcial recuperen el control de las piernas e incluso suban escaleras. El método aplicado es la estimulación profunda de la zona del cerebro que controla la termorregulación y el apetito. Las mejoras persistieron después de suspender la intervención.
Aunque de momento se trata de un estudio piloto con cuatro pacientes, investigadores del centro Clínic Barcelona-IDIBAPS han comprobado que esta técnica puede ser una alternativa segura y eficaz para los casos complejos de esquizofrenia y trastorno bipolar que no responden a las terapias.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona demuestran que el procesamiento predictivo del cerebro humano, capaz de anticipar según la experiencia, está codificado en bandas de determinadas frecuencias, y aportan evidencia de que se puede modular “artificialmente”. El avance abre el camino a nuevas terapias para restaurar el sistema de predicciones cuando está afectado por la salud mental.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, en colaboración con otras universidades, implementan un sistema experto para aliviar la sintomatología asociada al párkinson. Según las estadísticas, se prevé que esta enfermedad se convierta en pandemia dentro de 20 años.
Investigadores y cirujanos del Hospital del Mar han colocado electrodos en zonas del cerebro de cuatro pacientes con anorexia nerviosa para tratar este trastorno alimentario. Tres de los cuatro casos muestran respuesta positiva, sin complicaciones por la cirugía ni por la estimulación cerebral.
Álvaro Pascual-Leone (Valencia, 1961) es uno de los “pioneros en estimulación cerebral no invasiva”, según Lancet Neurology, y dirige el centro estadounidense de investigación Berenson-Allen. A lo largo de su carrera se ha interesado por las neuronas motoras y visuales, que pertenecen a estructuras comunes en todos los seres humanos. Sus técnicas se emplean para rehabilitar a pacientes con lesiones medulares y para tratar depresiones.
Álvaro Pascual-Leone. / SINC